viernes, 21 de enero de 2011

UNA MUCHACHA DEL CABELLO ROJO GANA UN PREMIO DE COLOR NEGRO

La novela Mis niñas muertas, de la escritora y periodista Cristina Fallarás, ganó la quinta edición del Premio L'H Confidencial 2011, promovido por la Biblioteca de la Bòbila y convocado este año por el ayuntamiento de L'Hospitalet y la Editorial Roca.
La novela, dicen los que la leyeron, cuenta la investigación de la desaparición de dos hermanas, de 3 y 5 años, llevada por Victoria González, una detective embarazada de 26 semanas, pero también
cuenta el lado más oscuro de Barcelona: pedofilia, trafico de drogas y pornografía infantil.
Desde acá, ansiosos por leer Mis niñas muertas, felicitamos a la autora.
Salud!


LAS NIÑAS MUERTAS SEGÚN GUILLERMO ORSI

Por sus devastadoras consecuencias sobre las víctimas, la pedofilia, práctica tan extendida que hasta la Iglesia Católica la incluye entre sus ritos sacerdotales, es parte de una perversión sobre la que Arnaldo Rascovsky, sicoanalista de moda en la Argentina a comienzos de la década del ´70 y luego sepultado en el más absoluto de los ...olvidos, popularizó como el filicidio, esa pulsión del adulto mayor por librarse de sus crías, de su descendencia biológica y social. Guerras como la de Malvinas son claros y sangrientos ejemplos de filicidio social, tanto como la política de exterminio llevada adelante por la dictadura militar argentina o el abandono de la niñez implícito en políticas del capitalismo salvaje.
Una novela de la impresionante Cristina Fallarás dará que hablar sobre este tema y su profunda imbricación en los valores de una sociedad a la que aterra mirarse al espejo de sus miserias.
Tuve el privilegio de leerla antes de que se publicara y empiezo ahora mismo, apenas difundida la noticia de la adjudicación del Premio LH Confidencial, a recomendarla fervientemente.
Construida sobre una sólida estructura narrativa, Mis niñas muertas es mucho más que la crónica descarnada de una investigación. Es el descenso a las cloacas morales de una ciudad, la bitácora impiadosa con la que los náufragos de esa ciudad buscan a ciegas su tierra firme, la mano que los rescate, el abrazo que consuele sus desamparos.
¿Qué tiene que ver Mis niñas muertas con el filicidio? Si el citado sicoanalista Rascovsky la leyera, compartiría sin duda mi entusiasmo. Yo, que apenas soy escritor, les pido, les ruego, les exijo, los conmino a que no se la pierdan.

Guillermo Orsi


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